Como vimos en
el tema 4, el sistema Rh es en la mayoría de los casos responsable de la
sensibilización madre-hijo. En primer lugar la madre se sensibiliza y en
segundo lugar ocurre la reacción inmunitaria que se llama eritroblastosis
fetal.
El plasma no
contiene nunca de forma natural anticuerpos anti-Rh. Pero si se introducen
células sanguíneas Rh-positivas en el cuerpo de una persona Rh-negativa, pronto
aparecen en el plasma sanguíneo anticuerpos anti-Rh. En este hecho radica el
peligro para los hijos de una madre Rh-negativa y un padre Rh-positivo. Si el
feto hereda el factor Rh-positivo del padre, el factor Rh de sus hematíes puede
estimular la formación de anticuerpos anti-Rh en la madre. Si más adelante la
mujer concibe otro bebé este puede desarrollar esta enfermedad, causada por los
anticuerpos anti-Rh de la madre que reaccionan con las células Rh-positivas del
hijo.
La
eritroblastosis fetal o enfermedad hemolítica del recién nacido es una afección
en que anticuerpos IgG específicos formados por la madre están contra antígenos
eritrocíticos del feto; atraviesan la placenta por endocitosis mediada por
receptores y revisten los eritrocitos fetales, lo que produce su secuestro en
el bazo, hemólisis intravascular, anemia hemolítica e hiperbilirrubinemia no
conjugada. Esta enfermedad se produce por la destrucción progresiva de los
hematíes fetales por anticuerpos contra el factor Rh producidos por una madre
Rh-negativa y que han pasado al feto a través de la circulación placentaria.
Los factores predisponentes incluyen la transfusión o la inyección intramuscular
de sangre Rh-positiva o que el feto intrauterino sea Rh-positivo (que es el
caso más común).
Cuando
la enfermedad se da con hidropesía, esta produce una placenta abollonada y
aumentada de tamaño y termina con un recién nacido muerto macerado. Cuando la
enfermedad es de tipo ictérico se
presenta en recién nacidos vivos con anemia hemolítica grave. En casos menos
graves; la anemia es más leve pero la destrucción de los hematíes también produce
ictericia y aumento de la bilirrubina indirecta.
Algunas
mujeres Rh-negativas que conciben un niño Rh-positivo son tratadas con una
proteína comercializada bajo la denominación de RhoGAM. La RhoGAM impide que el
cuerpo de la madre forme anticueropos anti-Rh y, por tanto, evita la
posibilidad de daño en caso de un siguiente niño Rh-positivo. Así, la inyección
de inmunoglobulinas Rh para inducir tolerancia inmunológica en la madre
previene la eritroblastosis fetal.
Páginas
de interés:
Bibliografía: Netter. Anatomía Patológica,
Estructura y Funcion Cuerpo Humano y Neonatología. Fisiopatología y manejo del
recién nacido.
O artículo moi interesante, moi claro e conciso. E o que máis gracia lle da é o bebe!! precioso. Un blog moi interactivo, no cal podemos aprender moito. Seguide así!
ResponderEliminarGracias, pero o voso blog si que é interesante :D
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