Los leucocitos,
glóbulos blancos o células blancas de la sangre. Los leucocitos son una
población heterogénea de células nucleares y de las cuales existen cinco
variedades que podemos dividir en dos tipos basándonos en sus características
de tinción y características morfológicas (aspecto al microscopio). Estos dos
tipos son los granulocitos (todos
los que tienen gránulos en el citoplasma, gran cantidad de lisosomas) y los agranulocitos (que no presentan
gránulos en el citoplasma). Son granulocitos los neutrófilos (hay dos subtipos de neutrófilos, los neutrófilos
segmentados y los neutrófilos bastonados), los eosinófilos (acidófilos) y los basófilos. Son agranulocitos los monocitos y los linfocitos.
Los granulocitos se forman íntegramente en médula ósea mientras que dentro de los agranulocitos, los monocitos tienen su origen íntegramente en médula ósea y los linfocitos tienen un origen linfoideo.
Los granulocitos se forman íntegramente en médula ósea mientras que dentro de los agranulocitos, los monocitos tienen su origen íntegramente en médula ósea y los linfocitos tienen un origen linfoideo.
- Los linfocitos los hay grandes y pequeños, pero ambos subtipos tienen un núcleo redondo que en el caso de los pequeños ocupa prácticamente toda la célula. Alrededor de ese núcleo presentan una banda citoplasmática que es muy clara, se tiñe muy poco y es más o menos gruesa dependiendo del tamaño del linfocito.
- Los monocitos son de mayor tamaño que estos y tienen un núcleo arriñonado. Su citoplasma es también claro pero un poco turbio, no tan transparente como el de los linfocitos.
- Los neutrófilos segmentados tienen el núcleo lobulado y presentan gránulos finos en su citoplasma mientras que los neutrófilos bastonados son iguales que los anteriores, de hecho están considerados neutrófilos jóvenes pero su núcleo tiene forma de bastón, de cayado.
- Los eosinófilos presentan normalmente un núcleo lobulado pero en su citoplasma tienen unos gránulos de mayor tamaño que los anteriores, cuando los teñimos de un color más intenso, y se tiñen con colorantes ácidos.
- Los basófilos tienen un núcleo oscuro y tiene unos gránulos en el citoplasma muy intensos, de gran tamaño, que se tiñen con colorantes básicos y que a veces no nos dejan ver el núcleo.
Número de glóbulos blancos:
El número de glóbulos blancos está entre 5.000 y
10.000 glóbulos blancos/ml3. Pero este número puede variar con la
edad y con el estado del individuo. Cuando hay menos de 5.000 decimos que hay
leucopenia y cuando hay más de 10.000 decimos que hay leucocitosis. En los
niños puede haber incluso 20.000 sin que represente esto ninguna anomalía, ya
que están formando su sistema inmunitario y están desarrollando la inmunidad
adquirida.
Pero los leucocitos se cuentan también por el
método diferencial o fórmula leucocitaria que nos va a decir el porcentaje que
tenemos de cada tipo. El procedimiento es contar en un portaobjetos en el que
tenemos una tinción de glóbulos blancos 100 o múltiplos de 100. Este contaje
tiene que ser uniforme y vamos apuntando el número que nos aparece de cada
tipo. Así, una fórmula leucocitaria normal sería: de neutrófilos 62%,
eosinófilos 2.3%, basófilos 0.4%, linfocitos 30% y monocitos 5.3%. Si contamos
solo 100 no nos darán estos números, lo normal es contar múltiplos de 100.
Proceso de
formación de glóbulos blancos:
De la unidad formadora de colonias de granulocitos
y monocitos se originan dos tipos de células que son los mieloblastos y los
monoblastos.
El mieloblasto
se multiplica y da lugar al promieloblasto, que se vuelve a multiplicar y da
lugar al mielocito. A partir de aquí tenemos procesos de maduración no de
división. El mielocito al madurar se transforma en metamielocito que madura y
se transforma en polinuclear, el cual vuelve a madurar y tenemos un granulocito
segmentado que según algunos autores da lugar a neutrófilos, eosinófilos y
basófilos por procesos diferentes de maduración pero para otros autores no.
Para otros autores hay una vía común hasta el mielocito pero a partir de ahí se
diferencian en tres vías: una para neutrófilos, otra para eosinófilos y otra
para basófilos.
El monocito se origina del monoblasto que se divide y da lugar a un promonocito el cual madura
y se convierte en un monocito que sale a la circulación y es considerado como
célula joven, célula no madura ya que ese monocito al entrar en diferentes
tejidos se transforma en macrófago que recibe diferentes nombres dependiendo
del tejido en donde se encuentre.
Funciones:
Una vez en el torrente sanguíneo, los granulocitos
tienen una vida media de entre 12 horas y 3 días. En cambio los agranulocitos
permanecen funcionales entre 100 y 300 días. Pero además tenemos que tener en
cuenta que el número de glóbulos blancos puede variar de un vaso a otro de tal
modo que cuando hay una lesión en una zona y por lo tanto en un primer lugar la
circulación se vuelve lenta, los glóbulos blancos pueden quedarse pegados a la
pared del vaso, aumentando el número de glóbulos blancos. Esta capacidad de los
glóbulos blancos para adherirse a la pared del vaso se llama marginación, se
marginan de la circulación. Además, todos los leucocitos tienen un cierto grado
de unas propiedades que le son comunes a todos ellos, propiedades relacionadas
con sus funciones en nuestro organismo. Estas propiedades son:
Movimiento
ameboideo: los leucocitos son capaces de moverse independientemente de los
tejidos mediante la emisión de pseudópodos, no es necesario que sean
transportados por la sangre. Esta propiedad la tienen en grado máximo los neutrófilos,
luego linfocitos y luego monocitos.
Quimiotaxis:
es la capacidad de ser atraídos o repelidos de una zona. Son agentes
quimiotácticos positivos (los atraen) las citocinas, los ácidos nucleicos y las
partículas cargadas positivamente y son agentes quimiotáxicos negativos (los
repelen) las partículas cargadas negativamente.
Diapedesis:
es la capacidad para atravesar las paredes capilares y llegar a la zona de la
lesión.
Fagocitosis:
es la capacidad para englobar y digerir partículas. Esta propiedad la tienen
mejor desarrollada los neutrófilos y los monocitos. Estos monocitos sanguíneos
son células sanguíneas con poca capacidad de lucha frente a un agente extraño
patógeno pero, cuando entran en un tejido comienzan a hincharse, aumentan su
tamaño y desarrollan en su citoplasma numerosos lisosomas y mitocondrias
constituyendo así los macrófagos. Macrófagos que poseen gran capacidad para
combatir un agente patógeno o extraño.
La función general de todos los leucocitos es hacer
frente a un organismo patógeno y eliminar los restos que se produzcan en la
lucha.
Así los neutrófilos tienen como función más
importante la respuesta rápida a la invasión de un agente extraño, sea una
bacteria, un virus, hongos, parásitos, células en destrucción o partículas en
suspensión. Esta función la realizan mediante la fagocitosis.
Los eosinófilos funcionan como mediadores de
la inflamación en procesos alérgicos como el asma. Lo hace mediante una acción
proteolítica en los lugares donde desgranulan a la que se le llama
desgranulación.
Los basófilos participan activamente en
reacciones alérgicas, pero en reacciones alérgicas mediadas por
inmunoglobulinas E, por neuropéptidos y por el factor liberador de la
histamina.
Los mastocitos o células sebáceas no derivan
de los basófilos sino que se encuentran en los tejidos y son parecidos a los
basófilos ya que tienen receptores de inmunoglobulina E y sus gránulos
contienen heparina e histamina por lo cual intervienen en reacciones alérgicas
y en reacciones inflamatorias.
Sistema de
macrófagos tisulares-monocitos:
Una gran parte de los monocitos al penetrar en un
tejido se transforman en macrófagos. Una vez que se han transformado, se unen
al tejido, perdiendo su movilidad y permaneciendo en ese tejido durante
períodos prolongados de tiempo y realizando en el tejido funciones específicas
de protección.
Los macrófagos tienen la misma capacidad para
fagocitar que los móviles y además, con una estimulación por parte de nuestro
organismo adecuada son capaces de separarse del tejido y convertirse de nuevo
en macrófagos móviles. La combinación de macrófagos móviles y macrófagos
tisulares fijos recibe un nombre que es sistema retículo-endotelial.
Pero los macrófagos tisulares de distintos tejido
difieren en aspecto morfológicamente, por eso se ha hecho una clasificación de
ellos. Así algunos recibieron nombres específicos: los macrófagos tisulares de
piel y tejidos subcutáneos se les llamo histiocitos o células de Langerhans que
también se encuentran en la capa granulosa de la epidermis, los macrófagos de
los ganglios linfáticos, los macrófagos alveolares, los macrófagos tisulares de
los senos hepáticos que se les llama células de Kuplter, los macrófagos del
bazo y médula ósea y por último tenemos los macrófagos cerebrales que son
células de la micro-Glía.
Procesos
clínicos relacionados con los glóbulos blancos:
Hay dos procesos relacionados: uno sería la
agranulocitosis y la leucemia sería el otro. La agranulocitosis es que la
médula ósea deja de producir glóbulos blancos y el organismo queda sin
protección frente a bacterias y otros agentes. En cambio en las leucemias se da
una producción ilimitada y pueden ser de dos tipos: las mielógenas en las que
la leucemia se produce por la alteración de la médula ósea y las leucemias
linfógenas que se producen por la alteración de los ganglios linfáticos. La
células producidas cuando se padece de leucemia no tienen función, por eso no
hay exceso de protección.
Imprimir
No hay comentarios:
Publicar un comentario