miércoles, 9 de noviembre de 2011

Tema 6. Fisiología de los leucocitos


           Los leucocitos, glóbulos blancos o células blancas de la sangre. Los leucocitos son una población heterogénea de células nucleares y de las cuales existen cinco variedades que podemos dividir en dos tipos basándonos en sus características de tinción y características morfológicas (aspecto al microscopio). Estos dos tipos son los granulocitos (todos los que tienen gránulos en el citoplasma, gran cantidad de lisosomas) y los agranulocitos (que no presentan gránulos en el citoplasma). Son granulocitos los neutrófilos (hay dos subtipos de neutrófilos, los neutrófilos segmentados y los neutrófilos bastonados), los eosinófilos (acidófilos) y los basófilos. Son agranulocitos los monocitos y los linfocitos.

      Los  granulocitos se forman íntegramente en médula ósea mientras que dentro de los agranulocitos, los monocitos tienen su origen íntegramente en médula ósea y los linfocitos tienen un origen linfoideo. 

  •  Los linfocitos los hay grandes y pequeños, pero ambos subtipos tienen un núcleo redondo que en el caso de los pequeños ocupa prácticamente toda la célula. Alrededor de ese núcleo presentan una banda citoplasmática que es muy clara, se tiñe muy poco y es más o menos gruesa dependiendo del tamaño del linfocito.
  • Los monocitos son de mayor tamaño que estos y tienen un núcleo arriñonado. Su citoplasma es también claro pero un poco turbio, no tan transparente como el de los linfocitos.
  • Los neutrófilos segmentados tienen el núcleo lobulado y presentan gránulos finos en su citoplasma mientras que los neutrófilos bastonados son iguales que los anteriores, de hecho están considerados neutrófilos jóvenes pero su núcleo tiene forma de bastón, de cayado.
  • Los eosinófilos presentan normalmente un núcleo lobulado pero en su citoplasma tienen unos gránulos de mayor tamaño que los anteriores, cuando los teñimos de un color más intenso, y se tiñen con colorantes ácidos.
  • Los basófilos tienen un núcleo oscuro y tiene unos gránulos en el citoplasma muy intensos, de gran tamaño, que se tiñen con colorantes básicos y que a veces no nos dejan ver el núcleo.

Número de glóbulos blancos:
El número de glóbulos blancos está entre 5.000 y 10.000 glóbulos blancos/ml3. Pero este número puede variar con la edad y con el estado del individuo. Cuando hay menos de 5.000 decimos que hay leucopenia y cuando hay más de 10.000 decimos que hay leucocitosis. En los niños puede haber incluso 20.000 sin que represente esto ninguna anomalía, ya que están formando su sistema inmunitario y están desarrollando la inmunidad adquirida.
 Pero los leucocitos se cuentan también por el método diferencial o fórmula leucocitaria que nos va a decir el porcentaje que tenemos de cada tipo. El procedimiento es contar en un portaobjetos en el que tenemos una tinción de glóbulos blancos 100 o múltiplos de 100. Este contaje tiene que ser uniforme y vamos apuntando el número que nos aparece de cada tipo. Así, una fórmula leucocitaria normal sería: de neutrófilos 62%, eosinófilos 2.3%, basófilos 0.4%, linfocitos 30% y monocitos 5.3%. Si contamos solo 100 no nos darán estos números, lo normal es contar múltiplos de 100.

Proceso de formación de glóbulos blancos:
De la unidad formadora de colonias de granulocitos y monocitos se originan dos tipos de células que son los mieloblastos y los monoblastos.
El mieloblasto se multiplica y da lugar al promieloblasto, que se vuelve a multiplicar y da lugar al mielocito. A partir de aquí tenemos procesos de maduración no de división. El mielocito al madurar se transforma en metamielocito que madura y se transforma en polinuclear, el cual vuelve a madurar y tenemos un granulocito segmentado que según algunos autores da lugar a neutrófilos, eosinófilos y basófilos por procesos diferentes de maduración pero para otros autores no. Para otros autores hay una vía común hasta el mielocito pero a partir de ahí se diferencian en tres vías: una para neutrófilos, otra para eosinófilos y otra para basófilos.        
El monocito se origina del monoblasto que se divide y da lugar a un promonocito el cual madura y se convierte en un monocito que sale a la circulación y es considerado como célula joven, célula no madura ya que ese monocito al entrar en diferentes tejidos se transforma en macrófago que recibe diferentes nombres dependiendo del tejido en donde se encuentre.

Funciones:
Una vez en el torrente sanguíneo, los granulocitos tienen una vida media de entre 12 horas y 3 días. En cambio los agranulocitos permanecen funcionales entre 100 y 300 días. Pero además tenemos que tener en cuenta que el número de glóbulos blancos puede variar de un vaso a otro de tal modo que cuando hay una lesión en una zona y por lo tanto en un primer lugar la circulación se vuelve lenta, los glóbulos blancos pueden quedarse pegados a la pared del vaso, aumentando el número de glóbulos blancos. Esta capacidad de los glóbulos blancos para adherirse a la pared del vaso se llama marginación, se marginan de la circulación. Además, todos los leucocitos tienen un cierto grado de unas propiedades que le son comunes a todos ellos, propiedades relacionadas con sus funciones en nuestro organismo. Estas propiedades son:

Movimiento ameboideo: los leucocitos son capaces de moverse independientemente de los tejidos mediante la emisión de pseudópodos, no es necesario que sean transportados por la sangre. Esta propiedad la tienen en grado máximo los neutrófilos, luego linfocitos y luego monocitos.
Quimiotaxis: es la capacidad de ser atraídos o repelidos de una zona. Son agentes quimiotácticos positivos (los atraen) las citocinas, los ácidos nucleicos y las partículas cargadas positivamente y son agentes quimiotáxicos negativos (los repelen) las partículas cargadas negativamente.
Diapedesis: es la capacidad para atravesar las paredes capilares y llegar a la zona de la lesión.
Fagocitosis: es la capacidad para englobar y digerir partículas. Esta propiedad la tienen mejor desarrollada los neutrófilos y los monocitos. Estos monocitos sanguíneos son células sanguíneas con poca capacidad de lucha frente a un agente extraño patógeno pero, cuando entran en un tejido comienzan a hincharse, aumentan su tamaño y desarrollan en su citoplasma numerosos lisosomas y mitocondrias constituyendo así los macrófagos. Macrófagos que poseen gran capacidad para combatir un agente patógeno o extraño.

La función general de todos los leucocitos es hacer frente a un organismo patógeno y eliminar los restos que se produzcan en la lucha.

Pero cada uno tiene sus propias funciones específicas.
Así los neutrófilos tienen como función más importante la respuesta rápida a la invasión de un agente extraño, sea una bacteria, un virus, hongos, parásitos, células en destrucción o partículas en suspensión. Esta función la realizan mediante la fagocitosis.
Los eosinófilos funcionan como mediadores de la inflamación en procesos alérgicos como el asma. Lo hace mediante una acción proteolítica en los lugares donde desgranulan a la que se le llama desgranulación.
Los basófilos participan activamente en reacciones alérgicas, pero en reacciones alérgicas mediadas por inmunoglobulinas E, por neuropéptidos y por el factor liberador de la histamina.
Los mastocitos o células sebáceas no derivan de los basófilos sino que se encuentran en los tejidos y son parecidos a los basófilos ya que tienen receptores de inmunoglobulina E y sus gránulos contienen heparina e histamina por lo cual intervienen en reacciones alérgicas y en reacciones inflamatorias.

Sistema de macrófagos tisulares-monocitos:
Una gran parte de los monocitos al penetrar en un tejido se transforman en macrófagos. Una vez que se han transformado, se unen al tejido, perdiendo su movilidad y permaneciendo en ese tejido durante períodos prolongados de tiempo y realizando en el tejido funciones específicas de protección.
Los macrófagos tienen la misma capacidad para fagocitar que los móviles y además, con una estimulación por parte de nuestro organismo adecuada son capaces de separarse del tejido y convertirse de nuevo en macrófagos móviles. La combinación de macrófagos móviles y macrófagos tisulares fijos recibe un nombre que es sistema retículo-endotelial.
Pero los macrófagos tisulares de distintos tejido difieren en aspecto morfológicamente, por eso se ha hecho una clasificación de ellos. Así algunos recibieron nombres específicos: los macrófagos tisulares de piel y tejidos subcutáneos se les llamo histiocitos o células de Langerhans que también se encuentran en la capa granulosa de la epidermis, los macrófagos de los ganglios linfáticos, los macrófagos alveolares, los macrófagos tisulares de los senos hepáticos que se les llama células de Kuplter, los macrófagos del bazo y médula ósea y por último tenemos los macrófagos cerebrales que son células de la micro-Glía.

Procesos clínicos relacionados con los glóbulos blancos:
Hay dos procesos relacionados: uno sería la agranulocitosis y la leucemia sería el otro. La agranulocitosis es que la médula ósea deja de producir glóbulos blancos y el organismo queda sin protección frente a bacterias y otros agentes. En cambio en las leucemias se da una producción ilimitada y pueden ser de dos tipos: las mielógenas en las que la leucemia se produce por la alteración de la médula ósea y las leucemias linfógenas que se producen por la alteración de los ganglios linfáticos. La células producidas cuando se padece de leucemia no tienen función, por eso no hay exceso de protección.

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